LA
REINA Y EL
PRINCIPE
Había una vez una reina que tenía
un único hijo, al que le dedicaba todos sus desvelos. Sin embargo, el príncipe
era un joven triste y de aire desdichado.
__ Hijo, dime que te falta para ser feliz _ le
preguntaba ella constantemente.
_ No lo sé, madre _ respondía con
amargura el joven
La soberana intentaba distraerlo
por todos los medios. Pero ni haciéndolo participara de las tareas del
gobierno, ni proporcionándole diversiones, lo conseguía. Al contrario, el
rostro del príncipe fue volviéndose cada vez más viejo y apagado, hasta que
acabo por enfermar gravemente.
Desesperada la reina le mando a
llamar a palacio todos los médicos del reino.
Pero ninguno logro dar con el mal
que aquejaba al príncipe.
Al cabo de algunos días, el
príncipe falleció, la reina lloro por muchos días, no había nada ni nadie que
la consolara.
Ahora comprueba si has leído
comprensivamente:
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