Páginas

56

EL SOMBRERO

Teresa está en el parque. Acaba de encontrar un sombrero.

Buenos días – le dice el sombrero - , yo he perdido mi cabeza ¿Quién me puede ayudar?

Teresa muy extrañada, le pregunta:
-      ¿Y por qué necesitas tú una cabeza?
El sombrero le responde casi enojado:
-          Claro que yo necesito una cabeza, sin cabeza yo no puedo pensar, sin cabeza yo no sé a dónde ir, sin cabeza... ¡yo no soy nadie!
-          Tienes razón, yo te ayudaré a buscar tu cabeza. ¿Cómo es ella? ¿es redonda u ovalada? ¿es pelada  o peluda? ¿es grande  o chica?... ¿tiene moño?
Pero el sombrero de nada se acuerda. Está desesperado y tiene ganas de llorar. Teresa y el sombrero salen en busca de la cabeza. Recorren todo el parque mirando y buscando, pero nada.
Nadie busca un sombrero.
De repente, un recuerdo vino a la memoria del sombrero y dice:
-          Escucha Teresa ahora tengo algún recuerdo. Mi cabeza no paraba de decir: “Cuando yo vea a Teresa le prestaré mi osito regalón y mi pelota”.
Cuando el sombrero pronunció estas palabras, Teresa exclamó:
-          ¡Es Sofía, mi amiga Sofía! Estoy segura. Ella siempre me presta su pelota y osito regalón.
Anónimo

No hay comentarios.:

Publicar un comentario